TRONCAS COMO TÚ


Esta entrada no tiene que ver, por fin, con mis malaventuranzas sino las de otra persona.  Una persona increíblemente famosa pero cuya desdicha es tal vez de las más legendarias en la existencia del ser humano. Lo particular no es lo sucedido sino el manejo y la reacción del público. Aunque desde un inicio sospeché que el tema no era realmente interesante, ha sido tanto el alboroto que tuve que darle una mirada y lo que encontré en poco tiempo fue suficiente para empujarme a escribir esta entrada.  No sobra repetir que estas confesiones son totalmente egoístas; las escribo para limpiar mi mente y poder dormir tranquilo.  

A estas alturas ya habrán adivinado que se trata de Shakira y su reciente canción.  Vale la pena analizar la canción por un lado y la reacción de la gente por el otro.  En cuanto a la canción, desde lo musical, me parece un tema normal de pop, pegajoso.  Nada del otro mundo pero sí tiene una melodía de esas que uno termina tarareando mientras se corta las uñas o mientras está cocinando.  La letra en cambio es fatal y refleja una actitud infantil de la barranquillera.  Canciones de despecho es lo que hay en la historia de la música y tiene todo el sentido, ya que finalmente como expresión artística se espera que muchas veces la música refleje sentimientos, vivencias, penas, alegrías etc.  Pero al igual que en prácticamente cualquier disciplina, hay maneras interesantes e inteligentes de hacer las cosas y otras torpes y burdas.  

En términos generales la letra gira en torno a la tonta actitud de simplemente decir que ella es mejor que él.  Eso es lo que uno se decía con los amigos en el colegio cuando la pareja lo botaba.  Todo se trivializa y reduce a quién es el bueno y quién es el malo y claro, siempre el botado es un tipazo sin igual y la otra persona no se lo merece.  Pero ahí es donde se confunde el qué con el cómo.  Si la relación no da más, que es el qué, pues la clave es que el cómo sea lo más civilizado y con decoro.  En otras palabras, cuando las relaciones están mal pues que se acaben antes de seguirse haciendo daño.  Lo importante es acabarlo bien.  En este caso, claramente el señor Piqué se rajó en el cómo y se portó como un patán, por lo menos por lo que se conoce públicamente.  Nadie se merece la infidelidad y deshonestidad de su pareja.  Pero, y es un gran pero, eso no lo vuelve automáticamente en el malo del paseo y a "Shaki" en la buena.  Las relaciones y las razones por las cuales se acaban son complejas y diversas.  Suelen acumularse en el tiempo y obedecen a múltiples factores que por lo general llevan a una sana conclusión de que no es por culpa exclusiva de una de las personas que se acaban.  Seguro si usted está leyendo esto y justo acabó una relación hace poco le costará aceptarlo y estará pensando que en su caso, era clarísimo que su expareja era un cretino.  Pero el tiempo suele arreglar esos arrebatos sesgados e inyectarle algo de sensatez a la cosa. Al final uno algo de responsabilidad tiene que tener.

Ahora, si el tipo es un novato, ¿dónde queda Shakira que siendo mayor que él, lo escogió como su esposo?  No recuerdo que haya sido un matrimonio arreglado o forzado.  Entonces si ella es tan chancherita, por qué se metió con un novato así.  Si ahora él se fue con una "igualita a él" entonces qué hacía ella ahí con ese tipo.  Esta tonta no se da cuenta que todo lo mal que habla de él se refleja en ella también.  

Más ridículo y chistoso aún cuando señala que pensó que le hizo daño pero que la hizo más fuerte y que no hay rencor.  Si toda la canción es una oda al rencor y a que está vuelta mierda.  Es la versión en esteroides de cuando uno se cae en público, se pega durísimo pero se para y hace como si estuviera perfecto.  Esta vieja se pegó un desculadón brutal pero en vez de seguir como si nada hace una canción diciéndole al mundo entero "no me pasó nada."  Que perdedora.  Mucho más digno aceptar que uno está dolido y triste, porque además tiene motivos para estarlo.

No estando contenta con eso, luego acude a un arribismo propio de chibcha que se tapó en plata.  Es que sólo un colombiano que "tiene la jeta redonda de decir oro" se le ocurriría que una buena manera de intentar humillar a alguien sería haciendo comparaciones con artículos de lujo.  Hay que ser muy ñero para decir que cambió un Ferrari por un Twingo o un Rolex por un Casio.  Hay que ser muy pandito para luego de años de matrimonio y con hijos de por medio, acudir a una comparación totalmente material y trivial.  Adicionalmente, nos fue ofendiendo a un porcentaje importante de la población que no hemos tenido ni Ferraris ni Rolex y por el contrario hemos encontrado felicidad en Twingos y Casios.  O sea, su marido le pone los cachos y esta insulta a la mitad del planeta por usar carros y relojes que no están a la altura de ella.  Además, una cosa es tener la autoestima alta y otra creerse un Ferrari o un Rolex.  No veo a los fabricantes italianos de Maranello ni a la casa Suiza corriendo a patrocinar a la cantante porque represente los valores y atributos de sus prestigiosas marcas.  

Lo irónico de esas comparaciones es que hablan más mal de ella que de él.  Piénsenlo; cómo tendría que joder ese Ferrari y ese Rolex para uno estar dispuesto a cambiarlo por un Twingo y un Casio.  Cuántas personas no han encontrado la felicidad en brazos de gorditos y feos luego de haber pasado por las fauces de quienes solamente eran lindos por fuera.  Al final lo que importa es estar con la persona que lo haga a uno feliz.  Me parece que Piqué ahí sí la tiene clara mientras que la currambera optó por una letra tan resentida como el desproporcionado tamaño de los audífonos que usa en el video.  

El juego de palabras con el "sal-pique" y "clara mente" parece de puro trovador de la luciérnaga, que ni con las carcajadas de risaloca en el fondo se le pega a uno la risa.  Ella sin duda pensará que es una jugada maestra, de doble sentido e ironía pero realmente se siente como cuando los niños les parece mágico decir pipí y popó.  

La cosa ya es grave pero hubiera sido menos si se hubiera limitado a hablar de su situación personal.  Pero tuvo que hacer una mención a las mujeres.  Tuvo que hacer esa generalización que automáticamente vuelve este episodio no el caso #186.498.548.654.548.638.159 de infidelidad en la historia de la humanidad, sino la épica batalla entre hombres y mujeres.  Aquella saga milenaria que las feministas y los progres hacen creer que se ha venido gestando en paralelo a la teoría de la evolución de Darwin.  Ella, en representación de todo ese género, notifica al mundo entero que como consecuencia de lo que le pasó a ella, todo el género femenino ya no llora y que por el contrario factura.  Esa afirmación tiene tantos inconvenientes como tener a Petro de presidente pero trataré de analizarla un poco.

En primer lugar, mucho se ha trabajado en las áreas de la sicología y la siquiatría para que los humanos aprendamos a manejar mejor nuestras emociones llegando a la importantísima conclusión de que lo saludable es expresar nuestras emociones de manera consecuente a la realidad.  Así, resulta importantísimo permitirse llorar cuando la situación lo amerita.  Cuántas personas no han sido víctimas de malas influencias donde se les indica que llorar denota debilidad y que no se se debe hacer.  Bueno, pues esta cantante borró eso de un tacazo.  Le parece buenísimo señalar que no sólo ella sino que todas las mujeres ya no lloran. ¿Qué se supone que eso implica?  ¿Que son fuertes? Eso no está en duda pero además qué contradicción.  Los hombres que lloran no son débiles pero ¿sí lo serían las mujeres?  Suena más a orgullo infantil que a una afirmación que hable bien de ella.  Si no quiere llorar, pues no llore pero no lo haga ver como algo bueno y por qué tiene que meter a todas sus colegas de género esas.  

En segundo lugar, y perdonarán que no soy empresario ni comerciante, pero fallo en ver la relación dicotómica entre llorar y facturar.  Por el contrario, en mi experiencia como contratista del Estado, si algo me daban ganas de llorar era tener que facturar y luego declarar eso a la DIAN.   De verdad parece una frase del Chapulín Colorado, sólo que éste último era un gran comediante, ese sí astuto y hábil con las palabras.  Más triste aún es el mensaje que con esa frase está tratando de dar y es que la tristeza se supera con dinero.  Una vez más, frase arribista de nuevo rica. Como dirían los que lavan activos,  no voy a llorar (así me sienta triste) sino que me voy a poner a hacer plata.  Está en libertad de monetizar su fiasco sentimental pero eso no tiene nada que ver con lidiar con sus emociones.  La realidad es que con la cantidad de veces que la canción se ha oído ella es aún más rica pero seguro sigue igual de dolida.  La frase es tan desafortunada, que seguramente las más motivadas por ella serán las prostitutas.

Esto en términos generales como para hablar de la canción.  Podría extenderme más pero creo que esos son los puntos principales.  Ahora, no menos ridículo ha sido la reacción de algunos frente a la canción.  No me refiero a que la oigan mucho y que se hable de ello porque al final, la gente consume los matrimonios de famosos como si fuera cocaína.  Basta ver el revuelo que han causado el par de cretinos de Harry y Meghan, pero eso es mierda de otro bulto.  Me refiero a la reacción de personas que han tomado la canción como algún tipo de reivindicación para determinados grupos.  Esto lo digo por cosas que leí en diversas redes.

El primero obvio, algunas feministas y progres por generalizarlas de alguna manera.  Sí, todas las mujeres que defienden la canción porque de una manera muy irracional creen que es una bandera para defenderlas de los hombres.  Porque claro, según ellas la infidelidad es un acto principalmente practicado por hombres pero además con la intención específica de hacerle daño a la mujer.  Así, que por fin alguien pone a los hombres en su lugar (a pesar de que la canción va dirigida a un hombre en particular), diciéndoles que ellas ya no van a llorar, que van a facturar y que mucho cuidado con ir a comprar un Twingo o un Casio.  La infidelidad no es un tema de género pero bueno, las feministas siempre se cogen de cualquier cosa para decir que sí es un problema de género.  En todo caso, que tan solo se tiene que sentir uno en la vida para pensar que un desconocido supuestamente está librando una batalla por mí porque escribió una canción sobre algo que le pasó a ella.  Parte de la culpa sí la tiene Shakira por haber hablado de "las mujeres".  Decir eso fue como ofrecerle un donut a un obeso.  

El otro grupo que vi muy altivo fue el de las colombianas. Si ya es tonto volver ese episodio uno de hombres vs. mujeres, calculen qué tan estúpido es volverlo hombres vs. mujeres colombianas.  Fueron innumerables las publicaciones y comentarios que alcancé a ver donde se decían cosas como "para que con las colombianas no se metan" o "las mujeres colombianas no lloramos sino que facturamos."  Nada de lo que Shakira hace o dice en la canción es particularmente atribuible a la cultura colombiana.  Además, qué le va a pasar a un hombre si le es infiel a una colombiana, ¿la mujer va a componer una canción?  ¿Va a facturar?  Y creo que ya la reputación internacional colombiana es suficientemente dudosa para decir que no lloran sino facturan; eso no se va a interpretar bien.  No falta quien lea esto y dirá, es que Shakira lo que demostró y representa es verraquera.  Creo que es subjetivo pero no veo la verraquera en que una músico profesional, que lleva haciendo esto por décadas, alcanzando merecidamente fama y reconocimiento mundial, saque una canción más y sea su manera de desahogarse emocionalmente.  Hizo lo que sabe hacer para expresarse.  Verraco si se hubiera internado en un templo budista para lidiar con esa rabia, eso sí sería verraquera.

El último grupo, fue el de los que no saben cuando un chiste es suficiente.  En general no soy un gran fanático del sentido del humor colombiano y este caso me lo corroboró.  Al chibcha promedio le encanta el chascarrillo, más si viene acompañado de imitaciones, voces y gesticulaciones payasas, ojalá en referencia a alguna región del país.  Por eso no me sorprendió ver un aluvión de memes con Piqué, Casio, Clara, Twingo, Rolex y Ferrari, armando nuevas palabras o expresiones.  Tampoco me sorprendió ver infinitas referencias de cambiar una cosa por otra.  Ya es suficientemente pobre que el ingenio humorístico se concentre en replicar infinitas variaciones de lo mismo como para que exista la expectativa de que esta nueva variación va a ser igual o más chistosa que las anteriores.  Ni hablar del estatus que esperaban tener entre sus amigos y conocidos quienes rápidamente compartían los pésimos chistes por whatsapp y demás redes sociales.  De pronto seré más chévere si mando esta nueva versión del chiste antes que los demás...o a ver si es igual de chistoso con otras marcas de relojes o carros.  

La verdad es que siempre he admirado a Shakira por su carrera y por ser una buena representante de los colombianos.  Está en libertad de expresarse como le parezca y eso no lo discuto.  Simplemente me pareció tonto, inmaduro y lo que es realmente triste, es que es un pésimo manejo de un evento ya suficientemente público para unos hijos que son los que más sufren.  En cuanto a la reacción de la gente, el pendejo soy yo por esperar algo mejor de un país que tiene a un guerrillero, corrupto e inepto como Presidente rodeado de unos secuaces iguales o peores.  Es un país en buena parte habitado por troncas como tú.







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